Aplicamos el concepto opuesto que nos llevó al caos, el Decrecimiento, el cual se basa en abandonar la idea del crecimiento económico a cualquier precio, redefiniendo los valores globalistas y extremadamente consumistas, por valores de cooperación económica y humanista, evitando el consumo irresponsable. Así nace una sociedad participativa, consciente y sustentable, que procura interactuar constantemente con los demás habitantes del planeta.